Después de varias lecturas “serias” me apetecía cambiar de registro, y me llamó la atención esta historia, el debut de William Kuhn, que tiene como protagonista a la reina de Inglaterra, en una pequeña peripecia que emprende al abandonar el palacio de Buckingham sin encomendarse a nadie.
Hay que reconocer que resulta divertido imaginarse a la soberana escapando del control de su servicio y de sus guardaespaldas, pero el relato promete más de lo que ofrece finalmente. Isabel de Inglaterra es uno de los personajes más mediáticos de la actualidad, y su seriedad y estricto protocolo daría para más situaciones absurdas o esperpénticas de las que aparecen en el libro.
Con todo, es una lectura entretenida (sin mayores pretensiones), gracias a algunos tópicos, como su afición a la bebida, y a algunos detalles de la vida en palacio que a la mayoría de los mortales nos resultan propios de siglos pasados. Entretiene, pero no apasiona.
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