Era un poco escéptica a la hora de leer este nuevo título de
John Boyne. El título, y el argumento, me hacían pensar en “El niño con el pijama de rayas”, y temía
encontrarme con un argumento parecido, o con una especia de secuela de la
novela que lanzó a la fama al autor.
En realidad, hay puntos en común (el nazismo, Hitler, la
historia narrada por un niño…), pero esta vez nos colocamos en el otro lado:
Pierrot, el protagonista, es un niño de madre francesa y padre alemán que vive
en París. Al quedar huérfano, va a vivir con su tía, que es el ama de llaves en
el refugio de montaña del Führer.
Pierrot se verá atraído por el poder, y terminará cargando
en su conciencia con una pesada carga que le acompañará de por vida. Pero la
amistad y el perdón prevalecerán sobre el horror de la guerra.
Me ha gustado (lo he leído en dos días), y tiene momentos
impactantes, pero no tanto como “El niño
con el pijama de rayas” (si lo habéis leído, coincidiréis conmigo en que el
final era atroz). Pero debo reconocer que el autor consigue transmitir la
inocencia de la niñez, y la pérdida de ésta de manera cruel, con todas sus
consecuencias.
Aunque, insisto, no me ha gustado como su “predecesora”, os
aconsejo que leáis este libro: de él se obtienen valiosas lecciones, y también
es un canto a la esperanza en medio del horror.
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