La juez creada por J.M. Guelbenzu regresa en “El asesino desconsolado” (Destino). Julia, la mejor amiga Mariana de Marco, acaba de mudarse a
un apartamento nuevo en uno de los rascacielos más bonitos y lujosos del barrio
más moderno de la ciudad.
Para celebrarlo, Mariana decide hacerle una visita inesperada
e inaugurarlo con un brindis. Pero, al poco de llegar, una llamada al timbre
interrumpe la velada. Tras la puerta se encontrarán el cadáver de un hombre que
ha sido apuñalado por la espalda con un cuchillo de cocina.
La casualidad, o el destino, harán que el caso le sea
entregado a la juez. Los indicios la conducirán a investigar a los vecinos de
esta nueva comunidad, donde parece que se encuentra el asesino, y en la que
conoceremos a personajes variopintos y sospechosos.
La víctima, Hernán Caldera, tenía en su haber una réplica de
un cuadro no catalogado del pintor Monet, y parece que este será uno de los
hilos de los que poder tirar. Mariana se ve desbordada por este caso y por el
inesperado retorno de su novio Javier, el joven periodista con el que ya
comparte piso, y que siguiendo su olfato periodístico decidirá investigar la
pista del cuadro por su cuenta.
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