“El indiano de Turruncún”
(Ediciones Pàmies) es una de las novedades de principios de 2015-sale a la
venta el 26 de enero-. Agustín Tejada construye una historia en la que se
combinan el amor, la venganza y la muerte en La Rioja de mediados de los
años 30.
En Préjano, La
Rioja , en el verano de 1935, aparece colgado de un árbol el
tonto del pueblo. Se trata de un suceso extraño en una localidad donde apenas
pasa nada; solo lo que quiere o permite don Fausto Saldaña, el cacique de la
comarca.
Además, esta es una muerte demasiado absurda como para que la Guardia Civil no se
ponga a hacer cábalas. Las primeras pesquisas apuntan hacia Casa Arcalís, la
residencia de don Melitón Miñambres, un adinerado indiano recién instalado en
la vecina aldea de Turruncún.
Para el exseminarista Valeriano Correa, y ahora secretario
de Casa Arcalís, la muerte del tonto Afranio es motivo de curiosidad, al igual
que el resto de los habitantes de la mansión, y especialmente Dulce María, la sobrina
mulata de don Melitón.
Y mientras el sargento Trujillo y el joven Correa llevan
investigaciones paralelas y compiten por los favores de la exótica cubana, se
produce una nueva muerte, un truculento crimen que pondrá al secretario en el
punto de mira de la
Guardia Civil y en las redes de Dulce María.
Mientras tanto, en la comarca de Arnedo, se nota el final de
la Segunda República
y se intuye una guerra civil en ciernes, con las protestas airadas de un
proletariado amotinado contra el cacique. Valeriano Correa se pregunta,
mientras intenta salvar su vida, si las verdaderas intenciones de don Melitón son
las de defender los derechos de los trabajadores, u otras bastante más oscuras.
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