Anchee Min consiguió escapar de la China comunista para
iniciar una nueva vida en Estados Unidos. En su país la consideraban una mujer
sin futuro, una «semilla seca». Su única opción era dejar atrás aquel régimen
totalitario y empezar de nuevo en un país donde existiera la libertad.
Pero la tierra prometida tampoco era un lugar fácil, sobre
todo al principio, cuando la soledad se alía con la pobreza y el
desconocimiento del idioma. Trabajos precarios, marginación social y desalmados
dispuestos a aprovecharse es lo que encuentra a su paso. Sin embargo, Anchee
nunca pierde la esperanza.
La verdad es que la historia de esta mujer daría también
para una película. Min recibió una estricta formación maoísta, fue líder de los
pequeños guardias rojos y a los diecisiete años, dentro de un “programa de
reeducación” fue enviada a una granja para cultivo y recolección de algodón.
Años después, fue seleccionada para interpretar a la mujer de Mao en una
película, que no se llegó a filmar por la caída en desgracia de ésta. Trabajó
como empleada en un estudio de cine, hasta que en 1984, gracias a su
compañera y también actriz Joan Chen, marchó a Estados Unidos. Allí trató de asistir a varias
universidades, pero no pudo a causa del desconocimiento del idioma. En 1990 se
graduó en Bellas Artes en el Instituto de Arte de Chicago. Como escritora ha publicado “Madame Mao”, “La ciudad prohibida”, “La última emperatriz”, y “La perla de China”, además de “Azalea roja”, sus memorias, que ahora
continúa con este libro.
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