El autor se ha alzado con este galardón gracias a “El despertar del corazón” (Grijalbo),
las vivencias de un abuelo solitario y su nieto de seis años que, durante un
verano y a través de las sencillas cosas del día a día, descubren la
importancia de tenerse el uno al otro. El libro sale a la venta en nuestro país
en septiembre.
Cuidar de su nieto durante todo el mes de agosto, no es lo
que más ilusión le hace en el mundo a este abuelo algo cascarrabias. Le parece
un despropósito que acudan a él ahora que los padres se han separado y ninguno
de los dos progenitores puede hacerse cargo del pequeño durante el verano.
Le indigna, porque en todos estos años apenas se han
acordado de que el niño tenía un abuelo, porque el viejo refunfuñón nunca se
llevó bien con la madre. En este momento, entre el anciano ermitaño y el niño
de seis años hay mucho más que una brecha de siete décadas, hay todo un abismo.
Sin embargo, durante ese verano en la casa de madera junto
al lago, ya sea por las tardes de juegos y de pesca o por los paseos en bicicleta
y la ausencia de televisión, el caso es que poco a poco surge una complicidad
única entre ellos.
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