“Hace una eternidad, en Manila”

Desconocía por completo a la autora de este libro, Mariví Soliven, y tampoco tenía muchas nociones de la vida y costumbres filipinas. Por ello, entre otros motivos, me decidí por esta historia que me daba la oportunidad de viajar a un país desconocido para mí y poco habitual en las novelas.

Es una historia de secretos familiares, entre Manila y Estados Unidos, que recorre tres generaciones de una misma familia (en ella se incluye también al servicio por motivos que no desvelaré para no chafar la trama), bien narrada, con giros inesperados, y que va desgranando secretos y misterios poco a poco, yendo hacia atrás y hacia delante en el tiempo.

Amparo Guerrero forma parte de una próspera dinastía filipina, pero hace años tuvo que emigrar a California obligada por su madre, cuya mayor preocupación era preservar el buen apellido de la familia. En Estados Unidos trabaja como intérprete para otras expatriadas filipinas. Una de esas mujeres es Beverly Obejas, que marchó de Filipinas en busca de una vida mejor, pero su sueño se truncó. Ellas no lo saben, pero sus vidas están unidas por un secreto del pasado.

Tengo que objetar un par de cosas. En primer lugar, hay infinidad de palabras y frases en tagalo, y se hubiera agradecido la traducción al pie de página. También se citan lugares de Manila como si fuesen sitios conocidos, y no es así, por lo que hubiera estado bien un poco más de información al respecto.

Y en segundo lugar, y más importante aún: he encontrado varias faltas de ortografía (“arrollar” escrito con “y”, en la página 156), además de nombres mal escritos (Gaudencio es a veces Guadencio, por poner un ejemplo), y otro tipo de errores parecidos. No sé de quién es la culpa, si de la editorial o de la imprenta, pero creo que este tipo de detalles hay que cuidarlos.

Aparte de esto, que me ha causado una malísima impresión, es una historia interesante que engancha desde el principio, y que habla de segundas oportunidades, de sueños y esperanzas, de decepción y secretos inconfesables.