Veinte años después de instalarse en El Valero, un
destartalado cortijo en la
Alpujarra granadina, Chris Stewart se enfrenta a un
acontecimiento trascendental en su vida familiar: su hija Chloé se dispone a
abandonar el nido para asistir a la universidad.
Este cambio obliga a Chris a revisar sus hábitos y sus
rutinas, nada que asuste a un tipo cuya curiosidad y empatía le
han granjeado el respeto y admiración de sus vecinos alpujarreños. De este
modo, Chris ayuda a su antiguo socio en el negocio de esquilar ovejas; prepara
una comida ante las cámaras de televisión para un conocido chef británico que
ha acudido de visita, y descubre los riesgos de hablar en público en español.
Este es básicamente el argumento de “Los últimos tiempos del club del autobús” (Salamandra), que gira
alrededor de la vida diaria del autor, como ya hizo en la trilogía “Entre limones”, “El loro en el limonero” y “Los almendros en flor”.
Chris Stewart realizó los más diversos trabajos antes de
iniciar su vida de granjero en la sierra de Granada. Entre otras actividades,
fue el primer batería del grupo de rock Genesis,
trabajó en el circo de Sir Robert Fossett, se ganó la vida esquilando ovejas en
Suecia, recorrió China para escribir una guía de viajes, obtuvo una licencia de
piloto de aviación en Los Ángeles y completó un curso de cocina francesa.
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