Jean-Luc Bannalec publica en julio la tercera entrega de las
investigaciones de este personaje al que conocimos en “El misterio de Pont-Aven” y “Muerte
en las islas”. “Un crimen bretón”
(Grijalbo) se desarolla, al igual que las anteriores, en la Bretaña francesa, y el
autor vuelve a mezclar las investigaciones del protagonista con la cultura y
tradiciones de la región.
Dicen los viejos bretones que el olor intenso de la flor de
sal provoca alucinaciones. Y eso es justamente lo que el comisario Georges
Dupin cree tener cuando alguien trata de matarlo mientras estaba visitando las
salinas de la península de Guérande.
Pero nadie sabe que estaría allí, excepto su amiga Lilou
Breval, ya que Dupin accedió a ir allí por hacerle un favor. Tras el tiroteo,
sin embargo, la periodista no responde a sus llamadas, y poco después la dan
por desaparecida.
Aunque las salinas quedan fuera de su jurisdicción, y la
comisaria Sylvaine Rose, decidida a defender su terreno, no le deja trabajar a
su gusto, Dupin empieza una investigación sembrada de cadáveres, coartadas
falsas, rencillas personales, conflictos de intereses y antiguas leyendas
bretonas.
La serie del comisario Georges Dupin se ha convertido en un
fenómeno editorial en su país de origen, Alemania, donde ya ha vendido casi
2.000.000 de ejemplares gracias a la combinación de misterio, un comisario
huraño y amante de la buena mesa, y las costumbres y leyendas de la Bretaña.
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