Decir que Isabel Allende es una de mis autoras favoritas
sería reiterativo, porque ya lo he dicho en más de una ocasión, y he
recomendado en este blog varias de sus novelas. Esperaba con ansía su nuevo
libro, tras su incursión en la novela policíaca, “El juego de Ripper”, que se salía de su estilo habitual.
Y lo esperaba porque quería una novela de amor, mezclada con
ese toque de magia, de ternura, de tragedia…ese “realismo mágico” que la autora incluye en sus historias. Pues bien,
“El amante japonés” reúne esas
cualidades. Un amor imposible, clandestino, que perdura a pesar del paso del
tiempo, y que una mujer en el ocaso de su vida rememora para su nieto y su
cuidadora.
Alma Belasco es una de las residentes de Lark House, una
residencia para la tercera edad, pero ella tiene muy poco que ver con el resto
de residentes. Irina, una joven moldava, comienza a trabajar allí, y al poco
tiempo es contratada por Alma como su asistenta personal.
A través de Alma, Irina conocerá a su nieto Seth, que
pretende escribir un libro sobre la familia. Los dos jóvenes comenzarán a
investigar el pasado de Alma, pero también el origen de unas misteriosas cartas
que la anciana recibe acompañadas de una flor.
Me ha gustado mucho el hecho de que la historia se
desarrolle en Estados Unidos, y que nos descubra una parte de su historia poco
tratada en la literatura: el rechazo que sufrió la población nipona del país
tras el ataque a Pearl Harbour, y las consecuencias sociales que tuvo entonces,
y que perduraron durante décadas. Al mismo tiempo, conocemos el pasado de
Irina, una joven que no consigue desprenderse de sus heridas, y que se resiste
a ser amada.
Si sois incondicionales de la autora, os va a gustar, y si
no, os lo recomiendo igualmente. Vais a encontrar pocas historias de amor como
la de “El amante japonés”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
¿Lo has leído? ¡Comenta y da tu opinión!