La escritora belga retoma la historia de “Ni de Eva ni de Adán”, en la que
relataba un idilio de juventud de su sosias literaria con Rinri. “La nostalgia feliz” (Anagrama) es una
nueva entrega de sus ficciones autobiográficas, y comienza dieciséis años más
tarde de la anterior novela citada.
Nothomb acepta una invitación de una televisión francesa para
regresar a su país natal, Japón, y allí se reencontrará con Rinri, pero también
con su niñera, Nishio-san. El país del sol naciente representa sus orígenes
pero también es un país que le resulta extranjero. Allí nació y se crió durante
sus primeros cinco años de vida al ser hija del embajador belga.
Así define la autora la esencia de esta novela: «Todo lo que amamos se convierte en una
ficción. De las mías, la primera fue Japón.» Y continua: «Lo que has vivido te deja una melodía en el
interior del pecho: ésa es la melodía que, a través del relato, nos esforzamos
en escuchar.»
Amélie Nothomb nació en Kobe (Japón) en 1967. Proviene de
una antigua familia de Bruselas, aunque
pasó su infancia y adolescencia en Extremo Oriente, principalmente en China y
Japón, donde su padre fue embajador. Desde su primera novela, “Higiene del asesino”, se ha convertido
en una de las autoras en lengua francesa más populares. En 2006 recibió el Premio Cultural Leteo por
el conjunto de su obra, y en 2008 el Gran Premio Jean Giono, por el mismo
motivo.
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