¿Quién dijo que el trabajo era aburrido?

Esta es la pregunta que nos podríamos hacer tras leer la nueva novela de Viola Veloce, una autora italiana que firma con este seudónimo. “Esta oficina me mata” (Suma de Letras) convierte a una oficinista aburrida en detective por las circunstancias.

Francesca Zanardelli está delante del espejo del baño de su oficina, a punto de cepillarse los dientes, cuando ve dos pies asomarse por debajo de la puerta de un retrete. En el suelo descubre el cadáver de Marinella Sereni, su insoportable compañera de mesa. La han ahorcado con una soga blanca durante la pausa de la comida.

Francesca se convierte así en la principal testigo de las investigaciones sobre la muerte de Marinella, pero el asesino no ha dejado pistas. Podría ser cualquiera de los colegas de Francesca. El pánico se apodera de la empresa mientras la vida de Francesca entra en caída libre: su novio la ha dejado en vísperas de su boda, y sus padres le insisten en que se despida antes de que el criminal se fije en ella. Pero no se renuncia a un trabajo fijo así como así. De modo que Francesca se verá obligada a convertirse en detective improvisada.

Viola Veloce ha publicado varios libros, algunos de los cuales han sido puestos a la venta directamente en Amazon, aunque otros han llegado a importantes editoriales. “Esta oficina me mata” es la primera de sus novelas traducida al castellano y sale a la venta en junio.