Ya os había hablado de esta primera novela de Paula Hawkins,
que ha arrasado en ventas. No me llamaba mucho la atención, pero me la
recomendaron y me prestaron el libro.
Una novela perfecta para pasar la tarde, se lee rápido y casi
sin sentir que pasas las páginas, gracias a la construcción de la trama, desde
el punto de vista de tres mujeres: Rachel, Megan y Anna. Por ello, el lector
tiene que ir encajando el puzzle con las pistas que las tres protagonistas van
ofreciendo, con sus impresiones, y sus recuerdos.
Y este es el mayor aliciente de la historia: a la vez que
vas leyendo y formándote tus propias impresiones, la historia va dando giros
inesperados que hacen que el lector tenga que adaptarse al paso de los
acontecimientos.
Rachel es una mujer separada con una vida caótica gracias al
alcohol, al que recurre para seguir adelante. Todos los días, desde el tren, ve
a la pareja formada por Megan y Scott, y ella misma se imagina cómo es su vida
de perfecta. Pero nada más lejos de la realidad, como podrá comprobar cuando
Megan desaparece.
También entra en juego Anna, la nueva mujer de Tom, el ex
marido de Rachel. Y es que Rachel no deja de acosar a ambos, aunque debido al
alcohol, casi nunca recuerda lo que ha hecho. Por ello, lo que en un principio
parece que ha ocurrido de una manera, no es cierto, y esto facilita los giros
en la trama y las sorpresas inesperadas.
Como os he comentado al principio: un relato intrigante, ágil,
bien construido y que mantiene al lector en vilo hasta la última página. Habrá
que estar atentos a la autora, porque con esta primera novela ha dejado el listón
muy alto.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
¿Lo has leído? ¡Comenta y da tu opinión!