La protagonista es una niña negra sudafricana de 12 años que
crece en un gueto en los años del Apartheid. En un lugar donde la mayoría es
analfabeta, ella trabaja vaciando letrinas, y contando letrinas es como aprende
a contar mentalmente. Pese a ser analfabeta, es muy lista y autodidacta. Y
limpiando será como termine aprendiendo física nuclear.
Pero a veces, el destino se tuerce. Y de hecho, un día el azar
prupulsa a Nombeko a alejarse de su entorno. Así comienza un viaje en el que se
cruza con personajes de toda índole, como una pareja de gemelos tan distintos
de carácter como idénticos en apariencia, un alfarero paranoico o una chica en
constante estado de cólera.
Además, será perseguida por el servicio secreto más temido
del mundo. Pero esta insólita heroína llegará a codearse con la realeza, y también
se encontrará encerrada en un camión de patatas justo en el momento en que la
humanidad corre un grave peligro.
Como veis, ésta es también una historia disparatada y
desenfadada, pero es además un alegato contra la hipocresía. La expectación
ante esta segunda novela de Jonas Jonasson ha sido tal que, antes de editarse
en Suecia, ya superaba los 90.000 ejemplares vendidos. Y no sólo eso: sus
derechos ya se han vendido a una treintena de países.
Este periodista sueco trabajó durante muchos años como
productor televisivo, hasta que decidió dedicarse por completo a la escritura.
Su primera novela, “El abuelo que saltó
por la ventana y se largó”, fue Libro del Año 2010 en Suecia y consiguió el
Premio de los Libreros.
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