Así que me metí de lleno en la historia. La vida de Nora, una joven londinense que, tras perder a su primer amor, acepta casarse con un viudo que posee una plantación en Jamaica (su sueño y el de su amado era vivir en las colonias).
Cuando llega a su destino, descubre horrorizada las condiciones de vida de los esclavos, y se siente fascinada también por la cultura africana. Al igual que en la trilogía de Nueva Zelanda, pasa de todo: amores imposibles, injusticias, persecuciones...y debo reconocer que he tenido en algunos momentos la sensación de estar releyendo otras novelas, ya que guarda similitudes con otras historias del género landscape, como "El reino del azahar" de Linda Belago, o "Las islas de Barlovento" de Elena Santiago.
En cualquier caso, tengo que reconocer que me ha enganchado desde la primera página, que el estilo de Sarah Lark es ágil y sencillo, y que la historia contiene todos los ingredientes para captar la atención del lector. Ahora sólo me queda esperar a que se publique la continuación, que tengo entendido que transcurre en Haití, aunque no tengo claro si se quedará en dos o tres volúmenes.
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