Esta semana recomiendo un libro que debería ser ya
considerado como un clásico: “El señor de
las moscas” de William Golding. Es una fábula que relata cómo han de
sobrevivir una treintena de muchachos en una isla desierta.
Es un libro que despierta controversia, ya que hay lectores
que opinan que incluye el asesinato como uno de los instintos primarios del
hombre. Por otro lado, hay quién piensa que esta historia demuestra que la
férrea educación conduce a actitudes límite cuando los controles se relajan o,
simplemente, desaparecen.
Cambiando de tercio, mi segunda recomendación es “El puente invisible” de Julie Orringer. Una historia de amor, de superación, de antisemitismo…con el telón de fondo de la II Guerra Mundial y la invasión de Hungría por parte de los nazis.
Andras es un joven que sueña con estudiar arquitectura en
París. Conoce a Klara, una frágil mujer que dirige una escuela de ballet. Su
relación empieza a consolidarse, pero sus sueños se verán truncados cuando el
odio hacia los judíos invada las calles de su ciudad.
Y por último, un libro que
no tiene nada que ver con los anteriores. Se trata de “Sepulcro”, de Kate Mosse. Cuando lo leí tuve la sensación de que
tenía todos los ingredientes que debe llevar un best-seller: secretos,
asesinatos, amores desafortunados, persecuciones, e incluso, esoterismo.
Todo comienza con la lectura del tarot. Las cartas marcan el
destino de dos mujeres que viven en siglos diferentes. Al mismo tiempo, la
música de Debussy sale de un sepulcro y los fantasmas del pasado vuelven a
aparecer. Y no cuento más, que es un libro que hay que leer sin saber demasiado
sobre el argumento, es una de esas historias con las que hay que dejarse llevar.
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