Los integrantes de la Orden del Finnegans firman este libro colectivo (el segundo que publican). Se trata de una orden literaria que surgió en el pub irlandés del mismo nombre, cuando varios escritores se reúnen para explorar la llamada “vía Finnegans” de la narrativa, algo así como “la vía de la dificultad”.
El grupo está formado por autores como Garriga Vela, Eduardo Lago, Antonio Soler, Malcom Otero Barral, y Jordi Soler, entre otros. En este libro aportan ocho relatos con un tema en común, la infancia. Pero enfocándola desde diferentes perspectivas.
Otero Barral presenta “Mi infancia olía a alcohol”, Antonio Soler se centra en el miedo, Giralt Torrent reflexiona sobre la presencia de la muerte, y Eduardo Lago y Enrique Vila-Matas apuestan por la ya comentada vía de la dificultad en sus relatos.
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