He leído mucho sobre la II Guerra Mundial y el nazismo, y al conocer la publicación de este libro me pareció una buena idea leer sobre el tema sin que se me encogiera el corazón. Y es que esta novela de Timur Vermes ofrece la posibilidad de reírse de un personaje tan siniestro como Hitler, partiendo de la hipótesis de que el dictador reaparece en un descampado de Berlín en el verano de 2011.
La historia promete, aunque sólo sea porque la situación es imposible y absurda. Lo más divertido del libro son esos primeros momentos en los que el Führer vuelve a la vida y se encuentra con una ciudad y una sociedad muy distintas de las que él conoció. Para más inri, consigue trabajo en un programa de televisión, en el que todo el mundo piensa que es un (magnífico) imitador de Hitler, sin intuir, ni mucho menos, que es el real.
Resulta desternillante ver cómo se enfrenta a cosas tan triviales como la televisión, ir a la tintorería, o leer la prensa. Aún así, a medida que avanza la historia, la trama va decayendo, y en algunos momentos se hace tediosa. Aunque debo añadir que contiene notas precisas e interesantes para no perderse con las alusiones a hechos históricos y a algunos personajes que el dictador va mencionando.
Con todo, es una propuesta interesante, aunque hay que reconocer que han exagerado un poco en la promoción de la novela: resulta entretenida, e hilarante en algunos momentos, pero no tanto como prometen.
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