Esta novela de Elena Santiago (seudónimo de una escritora alemana) se incluye en el género landscape novels, y por eso no me lo pensé dos veces al verla en la librería.
Ambientada en el siglo XVII, nos traslada a Barbados, en una época en la que piratas y corsarios surcaban los mares, y en pleno éxito de la Compañía de las Indias Orientales. Además, Inglaterra controlaba la isla por aquel entonces, y al subir Cromwell al poder, los terratenientes de Barbados vieron peligrar sus negocios.
Y es precisamente al comienzo del gobierno de Cromwell, cuando comienza el relato, con la decapitación del rey. La protagonista presencia su muerte, acompañada por su padre (leal al monarca), su prometido y su futuro suegro, un hombre de negocios que posee ingenios en la isla. Se produce un altercado, y Elizabeth es salvada por un misterioso hombre, con el que se reencontrará en repetidas ocasiones y que cambiará su vida. Este hombre es Duncan Haynes, un corsario al servicio de Inglaterra, y que guarda un secreto.
Todo pintaba bien: amor, un paisaje exótico, piratas, esclavos que se amotinan, intereses comerciales, secretos y venganza…pero a la mitad del libro, empecé a aburrirme. Seguro que alguna vez habéis tenido esa sensación de “¿cuándo se acaba?”. Pues eso es exactamente lo que me ha ocurrido a mí, y no sabría explicar por qué. Puede ser la forma en la que está redactado, o que algunos capítulos se alargan demasiado o, simplemente, que mis expectativas eran otras. Pero si tuviese que puntuarlo, no le daría más de un cinco.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
¿Lo has leído? ¡Comenta y da tu opinión!