Foto: El Espectador. |
El relato se inspira en una mujer francesa que formó parte
del grupo de guerrilleros influenciado por el cura Carlos Múgica, que se
convirtió en guía espiritual de las juventudes católicas de Buenos Aires en los
años sesenta.
La protagonista es Julia, una joven que se enamora de un
jefe de ese grupo, denominado los Montoneros, y que es arrestada y torturada en
una prisión argentina. Al ser preguntada por el paralelismo con su propia
experiencia, Betancourt sostiene que “a ella
la secuestró la derecha y a mí la izquierda”, pero que el análisis fundamental
es que no importa el bando que ejerza a represión.
Julia es finalmente acogida en Francia, "uno de los países sintonizados en ayudar a
una juventud que se hizo masacrar", afirma la autora. Además, aclara
que la protagonista tiene el don de ver el futuro a través de los ojos de los
demás, porque buscó aportar un toque de magia a la historia. De hecho, ella
misma define este libro como “una novela
de aventuras y amor”.
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