Entre las posibles causas, destaca la administración
pública. Antonio María Ávila, secretario de la Federación de Gremios de
Editores de España, afirma que el sistema bibliotecario lleva dos años sin
comprar libros en su conjunto, mientras que antes de la crisis, la inversión en
esta partida era de hasta treinta millones de euros sólo por parte del Gobierno
Central. En 2013 se redujo a cero. Afirma además que los recortes en las ayudas
a los libros de texto afectan al sector, puesto que los padres adquieren los
libros obligatorios y relegan los de lectura a un segundo plano.
Otra de las causas es el descenso del poder adquisitivo, que
afecta especialmente al sector infantil. Pero también lo acusa el juvenil, que
en los últimos años ha vivido una época de vacas gordas gracias a “Harry Potter”, “Crepúsculo” o “Memorias de Idún”. Si el lector
habitual antes compraba diez libros, ahora compra la mitad, mientras que el
lector ocasional ya no compra ninguno.
Desde las editoriales constatan además un cambio de
tendencia. Por ejemplo, uno de los libros más vendidos es “Bajo la misma estrella” de John Greene, que lleva ocho meses entre
los más vendidos. Es la historia de amor entre dos adolescentes enfermos de
cáncer. El realismo se impone a las sagas fantásticas, y quizás la razón sea,
según el autor infantil Javier Ruescas, la multiplicación de historias
similares de peor calidad, lo que ha llevado al agotamiento del fenómeno de
estas sagas. De todos modos, los últimos éxitos en literatura juvenil no
superan en ventas a las series mencionadas.
Fuente: El País.
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