Esta novela de Barbara Constantine fue una revelación en
Francia en el año 2012. Se trata de un relato sobre la amistad, las segundas
oportunidades y los giros inesperados que da la vida.
Contada con mucha agilidad y sentido del humor, la historia
nos presenta a un conjunto de personajes muy variopintos y distintos entre sí,
que por circunstancias de la vida terminan compartiendo casa.
En primer lugar, conocemos a Ferdinand, un viudo que acaba de quedarse solo en una gran casa y, aunque no quiere reconocerlo, se siente solo. Un día, por casualidad, entra en casa de su vecina Marceline, con la que apenas ha cruzado dos palabras en años. Desde ese día, sus destinos quedarán unidos y, poco a poco, la casa de Ferdinand se irá llenando de personas mayores, con lo que se harán compañía unos a otros.
Pero no serán los únicos inquilinos, también entrarán en
escena Muriel, una estudiante de enfermería, y Kim, un joven al que le encanta
la agricultura. Juntos se dan cuenta de que la vida puede cambiar en un
instante, y que puede ser para mejor.En primer lugar, conocemos a Ferdinand, un viudo que acaba de quedarse solo en una gran casa y, aunque no quiere reconocerlo, se siente solo. Un día, por casualidad, entra en casa de su vecina Marceline, con la que apenas ha cruzado dos palabras en años. Desde ese día, sus destinos quedarán unidos y, poco a poco, la casa de Ferdinand se irá llenando de personas mayores, con lo que se harán compañía unos a otros.
Además de ser un relato entretenido y enternecedor, la novela ha propiciado la creación de la página web “solidarvioc.com”, que habla de solidaridad entre generaciones, entre jóvenes y viejos, y de lo que cada persona puede aportar a los demás.
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