Año nuevo, vida vieja. Con esto quiero decir que continúo con mi sección semanal de recomendaciones personales. Comienzo en esta ocasión con “El último catón” de Matilde Asensi. Una historia ambientada en el presente que presenta aspectos desconocidos del Vaticano. En el archivo secreto de esta ciudad, la hermana Ottavia Salina debe resolver el misterio que encierran los tatuajes del cadáver de un etíope.
Para ello contará con la ayuda de un miembro de la Guardia Suizala Vera Cruzla Divina Comedia
A continuación, un libro de un autor que descubrí hace cuatro años y del que me confieso seguidora. “London” de Edward Rutherfurd es, como su título indica, la historia de una de las ciudades más visitadas del planeta. Narrada en forma de novela a través de diferentes generaciones de varias sagas familiares (una marca del autor), nos cuenta varios siglos de historia de manera entretenida.
Desde un pequeño asentamiento celta, a los bombardeos de la II Guerra
Y para terminar, el primer libro de Antonio Cabanas, un apasionado de Egipto, como demuestra en todas sus novelas: “El ladrón de tumbas”. Es la historia de Shepsenuré, un ladrón de tumbas que desciende de una estirpe que siempre se ha dedicado a ello. Junto a él, su hijo Nemenhat.
La novela cuenta su azarosa vida, cómo transitaban los caminos de un Egipto muy diferente al que conocemos, intentando salir de la miseria dedicándose a perpetrar el peor crimen que se podía cometer en esa tierra; saquear tumbas. El libro contiene análisis social de la época, además de acción y suspense.
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