Este es un libro que se publicó hace varios años, y del que no había oído hablar (de la autora tampoco). Pero con motivo de la publicación de la nueva novela de Ruta Sepetys, “El color de los sueños”, la editorial Maeva ha vuelto a publicar el que fue su debut literario.
Esta historia está inspirada en la vivencia personal del abuelo de la autora, que vivió varios años confinado en un campo de trabajo soviético. Pero “Entre tonos de gris” está narrado a través de una adolescente, Lina, que es sacada a la fuerza de su casa, y de su vida, en Lituania, y trasladada primero a un campo de trabajo en Siberia, y posteriormente a otro dentro del círculo polar ártico.
Poco se ha sabido sobre esta parte funesta de la historia del siglo XX, pero estos hechos ocurrieron. Millones de personas procedentes de los países bálticos murieron en estos campos de trabajos forzados, y los que sobrevivieron no pudieron gritar al mundo lo que habían sufrido: horas de trabajo a temperaturas extremas, comiendo únicamente 300 gramos de pan (si no trabajaban por estar enfermos, no comían), palizas…
Es un relato terrible, duro, a pesar de que la autora no se explaya en dar detalles (lo que se agradece), y contado de manera sencilla a través de los ojos de esta adolescente que, a pesar de todo, mantiene la esperanza de sobrevivir y de volver a reunirse con su padre. Una historia que estremece, emociona, indigna, asombra…no deja indiferente a nadie.
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