Me alegro de haberlo leído al fin. El protagonista es un profesor de universidad del propio autor, y el libro relata sus últimos meses de vida (sufría ELA, una enfermedad degenerativa) a través de las conversaciones que ambos mantuvieron cada martes.
Lejos de lamentarse y auto compadecerse, este hombre nos da varias (y valiosas) lecciones sobre lo que realmente es importante en la vida. Es un libro que debería revisarse cada vez que pensamos que nuestros problemas no tienen solución y se nos viene el mundo encima.
Otro libro que quiero recomendaros es “Un pequeño inconveniente” de Mark Haddon. Es una historia tragicómica sobre una familia desquiciada, integrada por personajes en los que podemos reconocernos, y que viven situaciones que bien podrían ocurrirle a cualquiera.
El padre está jubilado y disfruta arreglando el jardín, mientras pasa por alto la infidelidad de su mujer, que ahora tiene mucho más complicado el citarse con su amante, porque su marido está todo el día en casa. Para colmo, los hijos se han emparejado de la peor manera posible. Ellos son el inseguro Jamie, y la temperamental Katie, que está a punto de casarse. Ante la inminente boda, todos deberán enfrentarse (cada uno a su manera) a sus miedos y a sus fantasmas.
Y por último, un título de Marc Levy; es un autor que me parece irregular, porque tiene libros que me han apasionado, y otros que me han decepcionado, no hay término medio. Sin embargo, “Las cosas que no nos dijimos” me enganchó desde el principio.
Cuatro días antes de su boda, la protagonista recibe una llamada del secretario personal de su padre, un importante de hombre de negocios que siempre ha sido para ella un padre ausente. Ella ya contaba con que no acudiera al enlace, pero ahora tiene una buena excusa: ha muerto.
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