Sé que llego con unos días de retraso, pero la muerte de Gabriel García Márquez me pilló estando de vacaciones. De todos modos hoy, 23 de abril, Día del Libro, es un buen día para rendirle homenaje repasando su obra.
Comenzamos con “Cien años de soledad”, su libro más recordado, en el que nos descubrió el universo de Macondo de la mano del coronel Aureliano Buendía. Este es un libro que ya queda entre la literatura universal, pero no era el preferido del autor.
Su favorito era “El amor en los tiempos del cólera”, del que ya os he hablado anteriormente. Es la historia de amor entre Fermina Daza y Florentino Ariza, inspirada a su vez en el romance de los padres del autor. Otra de sus grandes historias de amor es “Del amor y otros demonios”.
Tampoco hay que olvidar “Crónica de una muerte anunciada”, “Los funerales de la mamá grande”, “La hojarasca” (que fue su primera novela), “El otoño del patriarca” o “El general en su laberinto”.
De entre sus textos periodísticos hay que destacar “Noticia de un secuestro”, una lección de estilo para cualquier periodista, “el mejor oficio del mundo”, según el Nobel de Literatura. También es reseñable “La aventura de Miguel Litín, clandestino en Chile”.
Gabo también fue autor de relatos; varios de ellos se incluyen en “Doce cuentos peregrinos”, y de sus memorias, “Vivir para contarla”. “Memoria de mis putas tristes” (2004) fue su última novela, aunque en 2010 se publicó “Yo no vengo a decir un discurso”, que recoge 22 textos escritos a lo largo de su vida para ser leídos en público.
Se nos fue García Márquez, el autor, la persona, pero queda su obra, todas esas historias que un día nos hicieron viajar a mundos imaginarios, a otras épocas. Eso no nos lo pueden quitar.
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