En esta novela que nos ocupa, viajamos desde la Provenza
hasta el París de los años 20, de la mano de una joven cuyo sueño es
convertirse en estrella, y que, por una serie de circunstancias, consigue. Pero
también viajamos a Berlín, que por aquel entonces era una de las capitales más
vanguardistas.
La protagonista,
Simone, pasa de vivir en una humilde granja donde se cultiva lavanda, a ser la
estrella más cotizada en los teatros parisinos y del resto de Europa. Lo que
más me ha gustado del libro es el paso de una situación a otra: aunque parece a
primera vista algo imposible, la autora lo ha ideado de tal manera que en
ningún momento resulta algo forzado.
Aparte de descubrirnos la cultura teatral en el París de la
época, Belinda Alexandra lo adorna con los celos, trampas y envidias que
transcurren entre bambalinas, le añade una historia de amor (imposible y
trágico, un elemento que no puede faltar en este tipo de novelas), y como
colofón, estalla la II Guerra Mundial y la capital francesa es invadida por los
nazis. Simone vuelve a experimentar un cambio: pasa de ser artista a integrarse
en la Resistencia.
Podéis ver que el libro tiene de todo, es una de esas
historias que una vez pasas el primer capítulo, es imposible abandonar. Mi
siguiente tarea es buscar los dos libros que me faltan de esta autora: “Melodía en la Toscana” y “La gardenia blanca de Shanghái”.
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