Me las prometía muy felices con una historia que anunciaba
toques de novela negra, thriller político y una historia de amor, pero me ha
quedado la impresión de que ninguna de las tres cosas llegaba a su punto
culminante.
Ambientada en el Madrid de 1935, cuando una estudiante
norteamericana llega a la Residencia de Estudiantes, en un ambiente que destaca
por su atmósfera repleta de artistas e intelectuales, incluye el hallazgo del
cadáver de un alumno flotando en un canal de riego. En este punto de la
historia, pensé que el relato se iría animando, pero no fue así.
En realidad, el punto fuerte de la trama es la historia de
amor entre la joven protagonista y un profesor, pero el resto de las tramas que
van apareciendo en el libro no llegan a desarrollarse del todo, o al menos esa
es mi impresión personal.
La autora alude a personajes de la época para que la
historia resulte más cercana: por ejemplo, cita a escritores como Lorca o Pedro
Salinas, pero pasa de puntillas por las intrigas políticas, y el asesinato que
he mencionado tampoco ocupa el grueso del relato. Es un libro de lectura fácil,
pero ninguna de las tres premisas que anuncia en su contraportada ha logrado
atraparme del todo.
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