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jueves, 16 de abril de 2015

William Ospina revisa los mitos de la novela gótica

El año del verano que nunca llegó” (Random House) es una curiosa historia protagonizada por escritores como Mary Shelley o Lord Byron, entre otros, y que combina ficción con la profundización en dos grandes personajes del género gótico: Frankenstein y el vampiro.

El autor ambienta la historia en el verano de 1816, cuando Lord Byron, John Polidori, Percy Bysshe Shelley y su esposa Mary coincidieron en Villa Diodati, situada junto al Lago Leman. Las inclemencias del clima, provocadas por la erupción volcánica de Tambora, en Indonesia, que cubrió el cielo de nubes de ceniza y de azufre, les impidieron abandonar la villa durante tres días. 

En este ambiente, entre relámpagos, ráfagas de viento y los relatos del Phantasmagoriana leídos en voz alta al calor de la chimenea, se gestaron los mitos de Frankenstein y el vampiro.

William Ospina se sirve de esta historia para reflexionar sobre la coexistencia de lo sublime y lo monstruoso y la necesidad del hombre de reinventarse en los mitos para darle sentido a su existencia. Esta novela supone además un cambio en su obra, que generalmente aborda la problemática de su país, Colombia. Ospina ha obtenido varios premios, como el Nacional de Literatura Colombiano en 2006 y el Rómulo Gallegos en 2009. “El país de la canela”, “En busca de Bolívar”, “La serpiente sin ojos”, “La escuela de la noche” y “La decadencia de los dragones” son algunos de sus libros.

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